Solomón Peña es acusado de haber contratado a criminales para atentar contra políticos demócratas de Nuevo México. El excandidato perdió en las elecciones del pasado noviembre a la Cámara de Representantes por Nuevo México y desde entonces se ha negado a aceptar su derrota.
La policía ha descrito a Peña como un “negacionista” del resultado democrático, tras detenerlos este lunes por su supuesta implicación en varios tiroteos. El republicano es acusado de pagar a 4 hombres para ejecutar cuatro tiroteos en las residencias de dos comisionados del condado de Bernalillo y dos legisladores estatales. Los tiroteos no dejaron ninguna persona herida, según informó la policía de Albuquerque, Nuevo México.
Las autoridades locales consideran que el móvil de los ataques pudo ser la ira que le generó perder la elección de noviembre. El portavoz de la policía, Gilbert Gallegos, explicó en una conferencia de prensa que Peña argumentó que su derrota se debió a un fraude electoral sin tener alguna prueba.