El sospechoso del tiroteo en Texas que dejó cinco hondureños muertos, Francisco Oropesa, fue arrestado en la localidad de Cut and Shoot, cerca del lugar de los hechos.
Fue encontrado escondido en un armario gracias a una llamada al FBI y se enfrenta a cinco cargos de asesinato.
El sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, confirmó su arresto y dio un mensaje de tranquilidad a los familiares de las víctimas.
Oropesa es un ciudadano mexicano de 38 años de edad, había sido deportado de EE.UU. al menos cuatro veces desde 2009.
La masacre ocurrió cuando Oropesa estaba disparando en su jardín y un vecino le pidió que dejara de hacer ruido.
Entró en la casa del vecino y mató a cinco personas, cuatro de ellos estaban en el país de forma irregular.
La persecución del sospechoso duró cuatro días y participaron más de 200 agentes de diferentes agencias de seguridad.