El equipo serbio derrotó en todos los sets a la República de Corea, que se quedó a las puertas del podio.
El Ariake Arena ha sido testigo de una imponente victoria de las serbias sobre las coreanas, quienes ganaron todos los sets del partido y consiguieron una nueva medalla tras su Plata en Río 2016. Tras perder en las Semifinales contra Estados Unidos -una de sus dos únicas derrotas en estos Juegos-, las serbias lograron recuperarse y sellaron un cómodo triunfo por 3-0 (25-18, 25-15, 25-15).
Por su parte, las coreanas no han podido hacerse de la que habría sido su primera medalla en este deporte en categoría femenina desde 1976. Esta vez se quedaron muy lejos, pues el nivel mostrado por las europeas fue totalmente superior y no consiguieron escapar de su dominio a lo largo de los tres sets.
Si bien la capitana Kim Yeon-koung intentó liderar a la República de Corea sumando 11 puntos en el juego, su equipo no tuvo respuesta para una Tijana Boskovic imparable, quien dominó con 33 puntos. A ello se le suman los excelentes bloqueos de Mina Popovic y Bianka Busa, quienes controlaron en todo momento cualquier escalada coreana y evitaron alguna reacción que evite quedarse fuera del podio.