Novak Djokovic perdió los nervios destrozando su raqueta en una central que abandonó el año pasado descalificado.
Novak Djokovic enfurecido infunde temor. Esto, sobre todo, porque puede tener consecuencias funestas para él mismo. Abandonó el Arthur Ashe Stadium doce meses atrás descalificado por dar un pelotazo a una jueza de línea. Aquella vez fue involuntariamente. Sin embargo, la acción dictaminó la pérdida del partido, así como de todos los premios en el torneo.
De vuelta al US Open, metido ya en la Final, y aspirando a completar un Grand Slam en año natural, a ganar su 21º ‘grande’ y superar a Roger Federer y Rafa Nadal, volvió a tener un comportamiento agresivo. Con 4-6, 2-1, ‘Nole’ explotó. Se le había ido un 0-40 en el segundo juego. Ya eran dos bolas más de rotura, para un total de cinco, que no conseguía rematar.
En aquel momento, perdió el control y destrozó la raqueta con una violencia absoluta. Tres golpes secos contra el suelo. Escuchó abucheos, cuando el público estaba con él. No le salía nada bien y no estaba en su tarde. Ello se confirmaría después cuando el ruso Daniil Medvedev se coronó como campeón del US Open tras vencerlo por 3 sets a 0, pero la postal de la raqueta rota del serbio seguro que no se olvidará en mucho tiempo.