McGregor confiesa su grave problema y genera un fuerte impacto

El irlandés, abatido por no poder volver a la jaula, revela que entrena menos y bebe más.

Nadie puede garantizar el futuro de Conor McGregor. Ni siquiera él mismo. El peleador irlandés no se sube a la jaula desde julio de 2021 y el combate con Michael Chandler parece cada vez más lejano, sobretodo si se inclina por los excesos. ¿La razón? The Notorious empieza a cansarse de que la empresa no le regale la luz verde para reaparecer y -mientras tanto- comienza a ver cómo se apega al alcohol y se le apaga el fuego del entrenamiento.

Si bien el duelo entre ambos entrenadores del último TUF estaba pautada para diciembre del año pasado, los problemas del irlandés con los test antidopaje dilataron el pleito. Si bien se ilusionó con la chance de pelear en UFC 300 y recibió ofertas de luchadores con gran actualidad, aún no logra convencer a los promotores.

En ese contexto, empieza a nacer un inconveniente que lo perturbó a lo largo de su exitosa pero inestable carrera: el alcohol. “Esperaba una fecha en diciembre, luego, una fecha en enero. Se sigue retrasando, he perdido el interés y dejé de entrenar por un tiempo”, reveló Conor en diálogo con The Mac Life. Sus problemas con los chequeos antidrogas lo frenaron todo y, a día de hoy, sigue sin tener una fecha oficial. “No dejé de entrenar, siempre estoy entrenando, pero he dejado de entrenar al máximo y he empezado a beber un poco. Así que, voy a volver, me reagruparé, me haré todas las pruebas y estaré listo para brillar”, contó el irlandés.

Vale destacar que no es la primera vez que se sincera respecto a esta problemática. Sin ir más lejos, en 2018 perdió una de las peleas más trascendentales (ante Khabib en Las Vegas) y culpó a su falta de profesionalismo en la preparación previa. Según confesó hace mucho tiempo en ESPN, su ensayo fue todo “un desastre”. “La última semana antes de la pelea no paraba de beber. Hasta estaba bebiendo en vivo en el programa de Conan O’Brien. No sé por qué lo hice. Tenía ese veneno dentro de mí”, afirmó. Si bien esa escena fue en el marco de la promoción de su propia marca de whisky -“Proper no Twelve“- ese y demás excesos le jugaron en contra a la hora de llegar en buenas condiciones al combate.

Aquella pelea fue la más importante de su carrera. Pudo haber recuperado el Campeonato Mundial de Peso Ligero UFC ante Khabib, quien para muchos es el mejor de la historia de las 155 libras. Tenía todo listo para lucirse, pero no hizo nada de eso.

Un reciente rumor lo afectó

Hace pocos días se viralizó un video en las redes sociales en el que manifestaba algunos patrones de comportamientos bastante inusuales. Por lo que se percibe en el videoclip, se encontraba en un evento y lucía un look muy original.

Al momento de acercarse a una notera parecía algo exaltado, haciendo movimientos muy pronunciados con su cabeza y la mandíbula. Lógicamente en un ambiente tan cruel como el virtual, los internautas le dieron lugar a las especulaciones e hicieron mención a una posible caída (o recaída) con diferentes sustancias.

Para colmo, una cuenta especializada en MMA lanzó un tuit que -al parecer- no le cayó nada bien a McGregor. “Bro, es absolutamente adicto. Los jefes de UFC están tratando de mantenerlo alejado del octágono porque saben cuán grave se ha vuelto su adicción a la cocaína”, escribió la cuenta @MmaUnderdogs.

Casi de inmediato obtuvo una repercusión impensada, a tal punto que alcanzó los cuatro millones de visitas. Uno de los que leyó la publicación fue el propio McGregor, quien tomó la decisión de bloquear la cuenta. Al menos eso fue lo que mostró el dueño del perfil en un hilo.

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