The Diamond vence a God of War por KO en el segundo asalto tras una vibrante pelea.
No, no hubo cambio generacional tras la pelea coestelar de UFC 299, que no sólo no defraudó a nadie, sino que por suerte se tradujo en la guerra que se había anunciado entre Dustin Poirier (30-8) y Benoit Saint Denis (13-2). Por momentos el ‘Diamante’, quienes muchos pensaban que poco tenía que hacer contra el joven león hambriento, dio la impresión de que podía sucumbir en vista de la fuerza con la que comenzó su rival, pero nada más lejos de la realidad. Este veterano es dinamita.
Poirier sacó su mejor boxeo para derrotar por KO después de 2:32 del segundo asalto a ‘God of War’. El ‘Dios de la Guerra’ salió como un ciclón con la intención de apabullar al querido luchador de Lafayette. De hecho, el primer asalto fue una cosa bárbara con acción por doquier. Tras un primer intercambio de poder, St-Denis fue con fuerza a por el derribo. Llegó a poner en aprietos a su rival, que se zafó y el duelo volvió al striking. Fueron cinco minutos fulgurantes.
Combate durísimo tanto arriba como a ras del suelo. Tras el dominio del francés, el segundo asalto de nuevo combinó grappling y striking, con Poirier tratando de aplicar sus habituales guillotinas. Fue el boxeo de ‘The Diamond’ lo que marcó la diferencia frente a un St-Denis que quizá pensó que lo tenía y que seguro que ha aprendido mucho de esta pelea y de lo que es capaz de guardarse un maestro como Poirier. Primero cazó a su rival con una izquierda, pero este se levantó y después un croché de derecha tumbó al titánico francés. Tremenda victoria del veterano de 35 años frente al joven de 28, que sin embargo demostró que será importante en UFC.
Poirier, comentó sobre la contienda: “Era muy duro, muy fuerte. Yo quería esta pelea porque mi rival había finalizado a sus últimos cinco rivales y quería recuperar mi lugar”. Y tanto que lo ha recuperado.