El tirador mexicano de fosa se quedó a un peldaño de subirse al podio, pero aún así obtuvo la mejor posición para un tirador azteca.
Jorge Martín Orozco ilusionó con la más imponente participación de un mexicano en el tiro de Juegos Olímpicos en toda la historia apenas a sus 21 años, lo que le alcanzó para terminar con 28 objetivos en el cuarto puesto de la categoría fosa olímpica de Tokio 2020. El oriundo de Guadalajara tuvo el mejor arranque de los seis finalistas, pero no pudo sostenerlo.
De hecho, su marca perfecta en los primeros 19 disparos lo puso en la primera posición, hasta que no logró dar en el disco 20. A partir de ahí, la experiencia del resto de tiradores (los tres restantes ya habían sido campeones europeos) marcaron la diferencia en los momentos decisivos del final y resolvieron mejor.
Fue John Coward (Gran Bretaña) quien se quedó con el bronce con 33, en tanto que David Kostelecky y Jiri Liptak, ambos de República Checa, igualaron a 43 y debieron seguir disparando, hasta que Liptak logró el séptimo y Kostelecky no, para acabar 43+7 sobre 43+6. A pesar de todo, el mexicano dejó su marca en Tokio 2020 luego de que consiguió una racha de dar al target en 103 veces de manera consecutiva.