El danés tira de garra para remontar un partido que tenía prácticamente imposible y logra un nuevo billete a la final de un Masters 1000.
El tenis muchas veces es difícil de explicar y sin duda el partido que han disputado Holger Rune y Casper Ruudpor una plaza en la final del Masters 1000 de Roma es una prueba de ello. El noruego tuvo en su mano la victoria, a tan solo dos juegos, pues estaba siendo muy superior a su rival, sin embargo, el danés siempre creyó en que la remontada era posible aunque no estuviese inspirado y logró aprovechar la única oportunidad que le dio Ruud para entrar en el partido y darle la vuelta al marcador e imponerse por 6(2)-7, 6-4 y 6-2
El partido arrancó con Ruud mucho más enchufado que Rune. El noruego era quien llevaba las riendas del encuentro y sacaba todos sus turnos de saque sin apenas sufrimiento. Buena prueba de ello fueron los dos primeros juegos, el de Ruud en un visto y no visto, mientras que el danés necesitó hasta cuatro ventajas para poner el empate a uno en el marcador. De hecho, esa fue la tónica de la manga hasta que llegó el sexto juego, momento en el que Ruud dispuso de un 0-40 para hacer el break y donde Rune sacó su mejor tenis para salvarlo y mantener la igualada.
Así pues, los juegos se fueron sucediendo y nadie fue capaz de evitar el tiebreak a pesar de que el noruego había sido muy superior a su rival, algo que supo aprovechar en el desempate para anotarse el primer set del encuentro gracias a un contundente 7-2. Este primer triunfo se vio sobre todo reflejado en los golpes ganadores, hasta 22 firmó Ruud en la manga por solo 14 de Rune, mientras que los errores no forzados eran iguales en ambos lados, nueve.
La segunda manga comenzó siendo más de lo mismo, de hecho, parecía cuestión de tiempo que llegase el break de Casper, que apenas daba la oportunidad a su rival de inquietarle al resto. El noruego siguió muy serio en todo momento, mientras que Rune trataba de aguantar las embestidas al igual que hizo en el primer set, en cambio, esta vez no le iba a bastar solo con su servicio y el quinto juego fue el que acabaría con la resistencia del danés, que justo después pidió tiempo médico por unas molestias en el hombro.
Parecía que estaba derrotado, pero el danés nunca le perdió la cara al encuentro y las primeras dudas que tuvo Ruud en todo el choque sirvieron para que Rune volviese a la vida. Una doble falta y dos errores no forzados permitieron al danés poner el 4-4 y no solo eso, sino que después de levantar dos puntos de rotura con su saque y poner el 5-4, se fue directo a por un nuevo break que consiguió en blanco. En un abrir y cerrar de ojos el partido estaba empatado y la cabeza del noruego llena de dudas que intentaba sacar discutiendo con el árbitro y yéndose a vestuarios para analizar cómo se le había escapado el billete a la final que acariciaba 15 minutos antes.
De poco le serviría este parón a Ruud, su rival ya estaba completamente convencido de que después de todo lo sufrido el partido iba a ser suyo y logró que solo hubiese un jugador en esta última manga. El noruego estaba con la cabeza todavía en lo que había sucedido a finales del segundo set y por mucho que intentara competir de tú a tú a Rune, lo cierto es que se llenó de errores, incluídas varias dobles faltas. El danés por tanto, supo aprovechar esto y no dio opción a Ruud de volver a un partido que muy posiblemente le cueste olvidar, ya que a pesar de haber desplegado un mejor tenis que en los torneos anteriores, se le ha escapado un pase a la final que tuvo en su mano.