El español, tras ganar en Indian Wells, atiende a los medios en la rueda de prensa previa al segundo Masters 1.000 del año. “No siento demasiada presión”, asegura.
Sin descanso. Como si fuera una estrella del rock de gira por Estados Unidos, este martes, Carlos Alcaraz atendió a los medios en Miami. De California, donde consiguió el título y recuperó el número uno del ranking ATP, a Florida, donde defiende campeonato y el liderato mundial (debe ganar para mantenerlo). “No siento demasiada presión”, fueron, sin embargo, sus primeras palabras. “Sé las cosas que tengo que hacer. Necesito jugar relajado y que no me importe si pierdo o si juego bien o no”, añadió. Tras coronarse en Indian Wells, parte como primer cabeza de serie. El argentino Facundo Bagnis (33 años y 100º) será su primer rival. Luego, por ranking, estarían Maxime Cressy (37º), Tommy Paul (19º), Holger Rune (8º), Casper Ruud (4º) y Stefanos Tsitsipas, segundo favorito y rival en una hipotética final.
Un camino más o menos amable (por el otro lado avanzan Hubert Hurkacz, Felix Auger-Aliassime o Daniil Medvedev) para perseguir “el objetivo de siempre”. “Quiero sentirme cómodo en la pista. Disfrutar jugando al tenis y tratar de tener actitud positiva cuando juego”, desarrollaba un Carlitos que, tras dejar atrás las lesiones, vuelve a sentirse poderoso, vuelve a sentirse él. “Y por eso estoy jugando a un buen nivel”, completaba. Ya lo dijo tras arrollar a Medvedev en la final: “Me siento muy cómodo en la pista. Realmente, confío en cada golpe que doy. Es por eso que estoy jugando un gran nivel, porque si fallo, no me importa”, celebraba. “Estoy disfrutando cada segundo y jugando relajado. Eso es lo que estoy pensando en la pista”, ratificaba hoy.
Por delante, el reto del Sunshine Double. Es decir, lograr Indian Wells y Miami en una sola temporada, algo que no se ve desde que Novak Djokovic lo consiguiera en 2016. En el serbio, como en Rafa Nadal o Roger Federer, se sigue fijando Alcaraz, que no rebaja sus niveles de ambición. “Yo siempre digo que todo se puede mejorar un poquito más. Tienes que mejorar cada día. Eso es lo que los grandes jugadores, el Big Three como ejemplo, hicieron a lo largo de su carrera”, se exigía este martes en Florida, donde se siente muy querido. “Recuerdo que el año pasado tuve una sensación increíble con el público. Hay mucha gente que habla español, así que me siento como en casa. Jugando aquí, en grandes partidos y contra grandes jugadores, tuve una racha increíble el año pasado. Estoy muy emocionado de estar aquí. No puedo esperar”, cerraba. Las gradas del Hard Rock Stadium, hogar de los Miami Dolphins de la NFL, tampoco.