La veterana tenista, Serena Williams fue derrotada por Naomi Osaka en la semifinal del Abierto de Australia, lo que provocó que se le cuestionara sobre una próxima retirada de las canchas.
La muy esperada semifinal de singles femeninos en Rod Laver Arena vio volver a las gradas a las multitudes por primera vez luego de un confinamiento de cinco días, el resultado de un pequeño brote de coronavirus en Melbourne que llevó al gobierno estatal a imponer medidas de contención inmediatas.
Osaka ganó el partido 6-3, 6-4 para avanzar a la final del Abierto de Australia por segunda vez. Ahora lleva 20 partidos ganados consecutivamente. Su última derrota fue en febrero del año pasado.
“No sé si hay niños pequeños aquí hoy, pero yo era una niña pequeña que la veía jugar” dijo Osaka sobre Williams en la pista después de la victoria. “Para mí, estar en la cancha jugando contra ella es un sueño”.
Williams, de 39 años, abrazó a Osaka después del partido. Luego saludó a la multitud mientras se iba, poniendo una mano sobre su corazón. Se le preguntó a Williams en una conferencia de prensa posterior al partido si el gesto significaba una despedida.
«No sé. Si alguna vez me despido, no se lo diría a nadie», dijo visiblemente emocionada Williams, quien abandonó la conferencia de prensa después de la pregunta.
Osaka es la gran favorita en la final del sábado. Se enfrentará a la número 22 Jennifer Brady de Estados Unidos, quien derrotó a la número 25 Karolina Muchova de la República Checa 6-4, 3-6, 6-4 en la segunda semifinal. En su último encuentro, en las semifinales del US Open hace cinco meses, Osaka derrotó a Brady 7-6 (1), 3-6, 6-3. A los 25 años, esta será la primera gran final de Brady.