Una de las primeras sorpresas de la Eurocopa sucedió este domingo, cuando Países Bajos cayó por 0-2 ante una sólida República Checa.
Cada vez hay más casos que demuestran la impredictibilidad del fútbol. Esta vez el mundo fue testigo de cómo una favorita Holanda, que venía de 3 triunfos consecutivos en el torneo y con mucha autoridad, se fue y dejó una imagen bastante discreta. Sin embargo, más que nada, todos pudieron ver cómo un equipo bastante ordenado le pudo hacer frente a otro con mayor cantidad de individualidades.
El primer tiempo tuvo un buen ritmo, aunque sin muchas ocasiones claras de por medio. Estaba claro que ambos equipos se estudiaban y esperaban el mínimo error del rival para sacarle provecho, pero esto no fue así sino hasta el complemento. Un hecho fatídico fue el que terminó originando la debacle neerlandesa, y ello fue la expulsión de Matthijs de Ligt a los 55′. El defensor quiso rechazar un balón peligroso y lo terminó haciendo con la mano, jugada absurda que le terminó costando la tarjeta roja.
Si es que el duelo estaba medianamente parejo, la inferioridad numérica desbalanceó todo a favor de los checos, quienes supieron sacar provecho del hombre de menos para marcar su superioridad. El primer gol llegó gracias a un buen cabezazo de Tomas Holes, quien abrió la cuenta a los 68′. Después, el mismo Holes generaría una excelente jugada para que Patrik Schick selle el marcador por 2-0 a los 80′.
No hubo más, pese a los manotazos de ahogado por parte de los de Frank de Boer. Las estadísticas fueron sentenciantes, con 0 remates directos a portería para ellos, mientras que los checos tuvieron 5, de los cuales 2 terminaron en gol. Un error terminó borrando de la Euro 2020 a uno de los candidatos a alzar la copa y coloca a otro en su radar. República Checa será, entonces, quien se enfrente a Dinamarca en los cuartos de final del certamen europeo.