Tenis: Rafa Nadal Sufriendo desde el inicio en su victoria en Wimbledon

Tennis - Wimbledon - All England Lawn Tennis and Croquet Club, London, Britain - June 28, 2022 Spain's Rafael Nadal celebrates after winning his first round match against Argentina's Francisco Cerundolo REUTERS/Toby Melville

Victoria muy trabajada de Rafa Nadal ante Cerúndolo en su primer partido oficial sobre hierba en tres años. El argentino bordó el tenis y casi forzó un quinto set.

No le veíamos pisar la hierba en partido oficial desde aquella semifinal contra Roger Federer en el año 2019, por lo que había ya bastantes ganas de cerrar esta brecha. La Centre Court de Wimbledon se puso este martes a disposición de Rafa Nadal una vez más para recibirle con las manos abiertas ante Francisco Cerúndolo, un rival que posiblemente no despertaba demasiada peligrosidad, aunque luego durante el encuentro se vio que una primera ronda siempre atañe algo de riesgo. Perdió un parcial, sufrió para no irse al quinto, pero al final se lo llevó el español (6-4, 6-3, 3-6, 6-4), que terminó tirando de carácter y experiencia para sellar su primer triunfo de la edición.

De todas las dificultades a las que podía enfrentarse hoy Nadal, la más importante estaba en él mismo, o eso pensamos. Ya saben, las clásicas dudas con las que salta uno a pista después de tantos años sin competir en una superficie, concretamente, la superficie donde más sorpresas amargas tuvo en su carrera.

Pensar en Rafa y Wimbledon significa pensar en aquella final de 2008 contra Federer, la de 2010 contara Berdych, pero también es pensar en Brown, Rosol o Darcis. Esas malas experiencias nos han confirmado que la primera semana de este torneo es un campo de minas donde, casi cualquiera, puede darte un susto.

¿Por qué no lo iba a firmar Cerúndolo? Muy fácil: le falta saque. A Nadal puedes hacerle daño de varias maneras, pero en hierba sin un gran servicio es misión imposible. Claro, que la hierba ya no es lo que era, según palabras del propio Reilly Opelka: ‘Ahora mismo se premia más a los que sepan moverse que a los grandes sacadores’.

El argentino dio una versión muy fresca, con mucha mano, con muy buen gusto para mover la bola y dejar varios intercambios para la galería. Algunos de los mejores aplausos de la tarde se estaban yendo con Francisco, pero en los puntos importantes el que ganaba era el otro, el campeón de 22 Grand Slams. Así fue como le robó la tostada en la última curva del primer parcial, dejando muy claro en qué lado de la pista colgaban los galones.

En el segundo set la resistencia del argentino cedió algún metro de más, por eso el marcador fue un poco más amplio. Los problemas llegarían en la tercera manga, donde la mayoría de los jugadores hubieran tirado la toalla, pero Cerúndolo quiso seguir disfrutando de esta experiencia, que nunca sabe uno si se repetirán otra vez en la vida.

Se hizo duro en los puntos largos, se propuso desquiciar al de Manacor, pero el español tenía mucha prisa en su objetivo, quería volar alto y, cuanto más rápido, mejor. Hasta que de repente, en ese duelo de versiones, Rafa tuvo un cortocircuito inesperado.

Sacando para poner el 4-4, el vigente campeón de Roland Garros se hizo un lío, quizá pagando que no estaba siendo un día brillante en la oficina.

Francisco sacó para ganar el set y, pese a que todavía hubo opciones de contrabreak, se cumplió la profecía. El cuarto set era una realidad, pero más preocupante fue ver cómo el argentino seguía subiendo el nivel, dominando desde el fondo de la pista y colocándose 4-2 arriba. El asunto empezaba a ponerse turbio de verdad, era el momento de activa el modo campeón.

No me pregunten cómo lo hizo, pero volvió a hacerlo. Cambio el gesto, el tenis, su actitud en pista y así fue cómo el argentino se apagó. No volvería a ganar un juego más, pese a que muchos ya habían reservado butaca para el quinto set.

Es así como se ganan los Grand Slams, o mejor dicho, cómo no perderlos en los primeros días de competición. Sin muchos aspectos positivos que rescatar en lo tenístico, Nadal avanzó a segunda ronda tras un duelo de 3h33min. Ricardas Berankis espera dentro de dos días.

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