El destino le sonrío a Juan Manuel Cerúndolo (122°) en el Masters 1000 de Miami. Después de un gran triunfo frente a Dusan Lajovic (46°) en su debut, sabía que tenía un difícil compromiso contra Matteo Berrettini (6°).
Sin embargo, el italiano se bajó a último momento y, en consecuencia, se enfrentó a un perdedor afortunado. Y, en ese sentido, entendió que se trataba de una importante oportunidad para seguir avanzando. En efecto, derrotó a Kevin Anderson, doble finalista de Grand Slam, (91°) por 7-6(7), 3-6 y 6-3 en la segunda ronda del torneo y, en consecuencia, espera en la tercera vuelta por el ganador del duelo entre Frances Tiafoe (31°) y Brandon Nakashima (80°).
Si hay algo que demostró el menor de los Cerúndolo es su capacidad para entender los partidos. Y para comprender cómo jugar esta clase de encuentros.
Tras haber disputado dos encuentros flojos en Indian Wells (6-1 y 6-1 abajo contra Jack Sock) y Phoenix (6-1 y 6-2 ante Liam Broady), siguió trabajando y comprendió qué cosas debía agregarle a su juego para poder dañar más a sus rivales con sus golpes. Tanto es así que se notó el cambio: se adelantó uno o dos metros en la cancha, empezó a soltar más la derecha y elevó su porcentaje de primeros saques (76%).
Según aportó Ariel Fernández (@AFD7L) en su cuenta de Twitter, la Compu, con 20 años y cuatro meses, es el segundo argentino en actividad más joven en alcanzar la tercera ronda de un Masters 1000. Por ejemplo, Diego Schwartzman lo consiguió a los 24 años y Federico Delbonis lo hizo a los 25.
Gracias a los 45 puntos que sumaría por los dos encuentros ganados, subiría momentáneamente seis puestos hasta el 116. Eso sí, podría seguir escalando. “Saludos a mi papá que siempre se vuelve loco mirando mis partidos”, dijo post triunfo en charla con ESPN.