La competencia de natación de 200 metros dorso comenzó en los Juegos Panamericanos Junior 2021 Cali Valle, Colombia. Durante la competencia, México y Colombia estuvieron palma a palma por toda la competencia. Rumbo al cierre, Athena Meneses, de 16 años, se impuso en la competición y le dio a su país la primera medalla de oro en natación en este certamen.
Desde que comenzó la carrera, la atleta mexicana y la colombiana estuvieron en una justa para saber cuál de las dos se llevaría la máxima presea. Durante los primeros cien metros, la local Leguizamon Leal logró sacar ventaja de hasta un segundo y medio, sin embargo, rumbo al cierre, perdió la orientación y nadó a un costado, no de forma recta. Meneses aprovechó esto para rebasar y mantener la punta hasta el cierre.
El podio lo encabezó Athena, quien cumplió con las expectativas que se le encomendaron y logró que el himno nacional mexicano se entonara en tierras colombianas. La colgante de planta fue propiedad de la competidora de casa, mientras que el bronce se repartió para la brasileña De Goeli Null. La carrera de los doscientos metros se convirtió en una de las más emocionantes de la noche.
A Athenea le restan dos competencias, uno en los 100 metros dorso y otra en los 100 metros mariposa, carreras donde intentará repetir el oro y confirmarse aún más como una de las grandes promesas de la natación en México. Su juventud la hace destacar del resto, pues con apenas 16 años de edad, es la atleta más joven de la delegación mexicana y una de las más jovenes de todos los Juegos Panamericanos Junior.
Pese a su corta edad, la nadadora cuenta con una historia de amor familiar detrás, la cuál es la base angular para que hoy sea una de las mejores en su rama. Athenea comenzó con la natación desde muy pequeña, entrenaba en un club cercano a su casa, rápidamente el deporte se convirtió en su gran pasión y se convirtió en algo que buscará hacer toda su vida. El problema surgió cuando entró a la secundaria, pues se quedó sin entrenador.
En ese entonces surgió un momento decisivo, abandonar la natación o buscar algún entrenador que fuera capaz de explotar su potencial. Ella buscó y buscó, pero cuando estuvo a punto de rendirse, su padre optó por tomar la batuta y ser él quien se convertiría en su nuevo entrenador. A pesar de que el señor Meneses descnocía por completo el deporte, el amor por su hija lo llevo a convertirse en investigador entusiasta, que se desvelaba para aprender de natación y se despertaba temprano para entrenar a su hija.