Boxeo: Del restaurante chino al Ring de boxeo

Juan Yin Yan tiene 31 años, nació en Madrid, pero sus apellidos revelan su origen chino. Es uno de los hijos de un matrimonio que vino a España hace cuarenta años y montó un restaurante de estilo muy popular en aquellos tiempos, los especializados en comida china.

Juan ayudó en el negocio familiar durante años, pero se dio cuenta de que el rollo de primavera, era eso, un rollo. “La hostelería es muy sacrificada, por eso me puse a estudiar para preparador físico. Probé muchos deportes, entrené en el gimnasio HK, del actor Hovik Keuchkerian, y me animé con el boxeo. Ayudaba a varios púgiles haciendo sesiones de sparring y pensé que por qué no subía al ring de verdad. Y ahora no me quiero bajar”.

Disputó 26 combates como amateur con distinta suerte y debutó como profesional en 2018. “Quería coger experiencia y quitarme los nervios. Ahora entreno en dos sesiones diarias de mañana y tarde, estoy encantado porque el boxeo solo me ha dado cosas positivas, entereza, me pone horarios, disfruto mucho entrenando”.

Hace tres meses estuvo a punto de conseguir una importante victoria en Belfast (Irlanda del Norte). “Me avisaron con una semana de antelación y me fui para allá. Enfrente tenía a una figura local de 19 años, Cain Lewis, pero yo que nunca había derribado a ningún púgil, le tiré dos veces en el primer asalto. Me puse nervioso y no supe como acabar, a pesar de que mi entrenador me pedía calma. Quise ganarle por KO, pero al final dieron combate nulo”.

Esta pelea le ha dado moral. Ahora ya tiene un récord de cuatro victorias y un empate. “El 26 de febrero en Madrid disputo mi primer combate a seis asaltos. No voy a engañarme, no soy joven, soy padre de un niño y compaginar todo es difícil. Lo que venga será bien recibido. Mi ilusión sería hacer el campeonato de España del peso supergallo o del pluma“.

Sabe que la misión será peliaguda. “Los dos campeones, Álvaro Rodríguez o Cristóbal Lorente, son muy complicados, pero lo intentaré con todas mis fuerzas“.

La pandemia ha hecho mucho daño al sector hostelero y en unas semanas los padres de Juan Yin se jubilarán y se cerrará el negocio. El púgil regenta un gimnasio llamado 21Boxing, en la zona de Barajas, en Madrid. Allí intenta desarrollar lo que aprende de las grandes estrellas. “Veo a Canelo,  Lomachenko, Mayweather o Pacquiao y quiero imitarles, pero es muy complejo”, reconoce riendo.

Lo que sí consigue es igualarles en el esfuerzo. “Me fijo en los grandes sobre todo en su forma de trabajar sin descanso y eso sí que lo intento al máximo”.

Un modesto púgil madrileño que está enamorado del boxeo y que ya ha triunfado solo con practicarlo. Si además aparece algún premio mayor lo recibirá con gran ilusión.

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