Los Suns, dignos y batalladores en la derrota, estuvieron cerca, pero extrañaron a la mejor versión de Devin Booker.
Los Milwaukee Bucks consiguieron una victoria de 105-98 sobre unos Phoenix Suns que dieron batalla, pero se quedaron cortos. Liderados por la histórica actuación del griego Giannis Antetokounmpo, los Bucks desataron la fiesta y la locura ante 17 000 fieles dentro del Fiserv Forum, además del tumulto de 65 000 aficionados que esperaban a las afueras.
El jugador griego de origen nigeriano consiguió el título que anhelaba y lo celebró a lo grande. No es para menos, pues fue el encargado de anotar 50 puntos para los Bucks, hecho casi poético por la cantidad de años que llevaba su equipo sin campeonar. Por tal motivo, se hizo acreedor del MVP de las Finales, un premio más que merecido por una de las mejores perfomances que se han visto en Finales de la NBA.
Con apenas 26 años, Giannis se une a un exclusivo club de tres jugadores que han logrado el MVP de las Finales, el de la temporada regular y el premio a Mejor Defensor del Año: los otros dos miembros son nada menos que Michael Jordan y Hakeem Olajuwon. Su actuación opacó a un Devin Booker que quedó relegado en el sexto juego de las Finales y que decepcionó a la hinchada de los Suns.