MLS: Boca y River no serían campeones fácilmente

Maxi Urruti, delantero de Austin, a fondo: pondera la Liga de Estados Unidos, afirma que “ni en pedo” la ganarían fácil los dos grandes de Argentina y cuenta cómo hizo hincha de Newell’s a Bojan.

Maxi Urruti está cerca de cumplir diez años de manera ininterrumpida en la MLS. A horas de jugar la semifinal de la conferencia oeste con el Austin frente a Dallas, el delantero surgido de Newell’s se abrió a una jugosa entrevista con TyCSports.com en la que pasó por varios lugares: cómo le irían a Boca y River en esa liga, una genial anécdota con David Villa, reveló que estuvo “a horas de jugar en San Lorenzo”, cómo nació su clásico festejo y hasta las cargadas en el vestuario por sus particulares looks a la hora de vestirse.

A mí me compró Toronto y había hecho una gran inversión. Pero al mes, me intercambian a Portland, algo que era una situación anormal para mí porque ni conocía las reglas. Me había alquilado una casa en Canadá, teníamos los muebles junto a mi familia y el club decidió eso.

Sinceramente, gracias a él seguí en la liga. Diego me tuvo viviendo en su casa un tiempo, es como un hermano para mí. Jugábamos un partido contra ellos. Una vez terminado, me hacen bajar del micro para ir a una oficina. Ahí me esperaba el dueño de Portland, el entrenador y Valeri, que hacía de traductor. Me comunican que tenía que jugar para ellos y yo les digo: ‘voy a buscar mis cosas a Toronto y vuelvo’. Pero el DT se puso firme y me dijo que debía quedarme para entrenar porque el sábado iba de titular. Así empezó todo.

Muchísimo. Es el único deporte profesional que se practica. En el segundo año, ya estar jugando una semifinal de conferencia es un logro muy importante. Cada vez que jugamos de local, salimos a hacer el precalentamiento y la tribuna está copada. Parece un estadio del fútbol argentino.

Es un fenómeno. Apenas llegué, pegamos onda. Es un futbolista que está dejando una marca muy importante en el club. Él quiere superarse y progresar siempre. Y nos complementamos bien: yo juego de 9, pero cuando bajo a buscar la pelota, él tiene mucha capacidad para romper en velocidad y aprovechar espacios. Entiende los movimientos, mete pases que otro no ve. Este año tendría que ganar el MVP.

Surgió cuando estaba en Portland, en medio de un asado que comíamos con (Norberto) Paparatto. Ahí me dice: ‘vos sabés que acá los estadounidenses son de comprar, tenés que hacer algún festejo de gol especial. Y me iba tirando ideas. Justo ese fin de semana, me toca enfrentar a Montreal, hago un gol y lo miro a él. Me levanta los brazos y lo primero que se me ocurrió fue tirarle una flecha y quedó.

Estuve a horas de firmar. Nos querían a mí y a un compañero de Dallas que se llamaba Michael Barrios. Hasta fui a la oficina del dueño del club y mi familia ya estaba avisada que volvía al país. Pero, como era sobre el cierre del libro de pases, no se terminaron de poner de acuerdo. En ese momento, yo creía que era algo bueno para mi carrera. Pero Dallas me renovó y me quedé feliz en el club.

Primero que nada, dejame decirte que es un tipo divino, humilde. Y como jugador, fue uno de los más técnicos que tuve. En un momento, estábamos hablando y me cuenta de su museo de camisetas. Le pregunté si tenía de Newell’s, me dijo que no y me moví rápido para conseguir una. Le enseñé a tomar mate, veíamos los partidos de Newell’s a veces en la concentración. Lo volvía loco: cuando entraba al vestuario, le cantaba canciones de la Lepra y me decía ‘que rompe huevos, sos intenso’.

Tuvo un cambio increíble. Cuando llegué, estaban Lampard, Gerard, Pirlo, Rooney, después vino Zlatan. Era una liga para estrellas que venían a terminar sus carreras. Hoy cambió muchísimo: tenés estrellas, compran jugadores jóvenes, sacan futbolistas de inferiores y los venden a Europa. Creo que un par de años, va a ser una de las 5 mejores del mundo.

Boca Juniors y RIver Plate, “Ni en pedo”. Les costaría porque acá hay muy buenos equipos. Hace un par de años ya no había tanta diferencia: nos tocó con Dallas ir de pretemporada a Argentina y jugamos con Lanús, River y Racing y no pasamos desapercibidos.

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