Bundesliga: acaba el torneo de la crisis

Muchas señales hablan de una crisis sistémica en el fútbol alemán. Clubes e instituciones viven días difíciles en lo deportivo y, por tanto, en lo financiero. ¿Saldrán bien librados de este complicado panorama.

En menos de un año, la Bundesliga perdió a los que en ese momento eran dos mejores delanteros del mundo: Robert Lewandowski y Erling Haaland, que cobraron fama mundial en el Bayern Múnich y el Borussia Dortmund respectivamente. En especial, la salida de Lewandowski al FC Barcelona se dio en medio de una sorprendente pugna entre el delantero y el club donde había ganado títulos a manos llenas.

Los traspasos de Lewandowski y Haaland fuera de Alemania prefiguraban la crisis que ya estaba en ciernes en el fútbol alemán. Más síntomas quedaron de manifiesto en los meses que siguieron. Por ejemplo, la falta de relevos adecuados para cubrir una cuota de goleo individual como la que en su momento lucieron Haaland y Lewandowski.

Es verdad que la suma general de goleo se ha mantenido en la Bundesliga a lo largo de las últimas cuatro temporadas: en 2019 los equipos alemanes anotaron 982 goles; en 2020, 928; en 2021, 954, y en 2022 llevaban 944 anotaciones con la última jornada por jugar. Sin embargo, el líder de goleo individual en el presente torneo es Niclas Füllkrug, del recién ascendido Werder Bremen, con 16 a la jornada 33.

La cuota es muy lejana de la que Lewandowski impuso durante años, e incluso palidece comparada con la de goleadores de años pasados como Pierre-Emerick Aubameyang (31 goles en 2016/2017), Klaas Jan Huntelaar (29 goles en 2011/2012) o Grafite (28 goles en 2008/2009). En otras palabras: en la Bundesliga actual se anotan goles, pero faltan figuras de área. Y, como se ve en el caso de Haaland ya en la Premier League, tales personalidades son cruciales para la valoración de una liga de fútbol.

Previsiblemente, al término del torneo perderá a la que quizá es su última celebridad: el mediocampista Jude Bellingham, que parece próximo a emigrar al Real Madrid.

Otro síntoma de esta crisis es la zanja en la que se encuentra el Bayern Múnich. Cualquiera que sea el desenlace del actual torneo, la noticia internacional del año en el fútbol alemán fue el cese de Julian Nagelsmann como reacción de pánico de los directivos bávaros Oliver Kahn y Hasan Salihamidzic.

Desde hace años, la imagen de la Bundesliga es la de una competición dominada por un club hegemónico y fuerte, cuya solidez daba piso al balompié germano. Pero con esta crisis, la identidad del club quedó seriamente abollada incluso entre los propios hinchas bávaros. Esto empeoró cuando no llegaron los resultados esperados con la llegada de Thomas Tuchel. Así, el fútbol alemán perdió también, por lo menos en esta temporada, al Bayern Múnich como su escudo infranqueable.

Al terminar el torneo 2022/2023 de la Bundesliga,  las grietas en el fútbol alemán se hicieron más grandes al fracasar el plan para inyectar capital fresco a clubes e instituciones a través de la hipoteca de derechos de transmisión a un plazo de 20 años. Desde su origen, el proyecto causó división. La primera fase fue lanzada por la anterior presidenta de la Liga Alemana de Fútbol, Donata Hopfen. Pero esta fue defenestrada por los presidentes de los clubes al considerar que había negociado mal los términos de la oferta.

Como en el caso del Bayern, el cese de Hopfen en la liga alemana tampoco trajo los resultados previstos, y el miércoles 24 de mayo, ya sin ella, el proyecto fracasó al no contar con la mayoría necesaria de votos entre los 36 clubes de primera y segunda división. Se habla de un cisma en el fútbol alemán, y comienzan a sonar ideas que se acercan a las de la Superliga, muy criticada en su momento en Alemania.

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