Kevin Trapp se vistió de héroe deteniendo un penal.
El Eintrahct Frankfurt dejó atrás una larga sequía de títulos en Europa y no hubo manera más dramática que conseguirlo que a través de los penales, instancia donde apareció la figura de Kevin Trapp, quien se puso el traje de héroe mientras que el papel de villano recaerá en Aaron Ramsey, quien fue el único en fallar desde los once pasos, en una serie llena de tensión.
La suerte parecía estar a favor del Rangers quien de entrada ganó los dos volados escogiendo la portería donde cobrar los penales y ser los primeros en tirar.
Tavernier abrió la serie cobrando por el centro, engañando por completo al arquero. Una ejecución que daba confianza a sus compañeros. Tocaba el turno a los alemanes, llegó Lenz con otro cobro perfecto para empatar el marcador.
El segundo disparo cobro magistral de Steven Davis para poner al frente al Rangers, aunque no por mucho tiempo porque llegó Hrustic con otro cobro lleno de confianza para igualar las cosas.
Scott Arfiel regresaba la ventaja a los escoceses con un cobro con potencia, imparable para Trapp que había adivinado la dirección. Kamada le puso un poco de nervio con su disparo que pegó en el poste y entró para mantener la tanda de penales perfecta hasta ese momento.
La maldición de Aaron Ramsey
Pero llegó Aaron Ramsey, solo que esta vez la famosa maldición que lo persigue parece que no aparecerá pues el gales, que ingresó de cambio, falló su disparo, un cobro que Trapp detuvo con las piernas. Filip Kostic no falló y los alemanes tomaron ventaja 4-3.
Kemar Roofe fue el encargado de tirar el quinto penal para el Rangers, cumplió y todo estaba en manos del arquero Jon McLauighlin, enfrente el colombiano Rafael Borré quien no falló a la cita con el destino anotando de manera perfecta su penal para darle al Eintracht Frankfurt la victoria y el título de la Europa League y su boleto a la siguiente edición de la UEFA Champions League.