Los campeones de Europa lograron conseguir la autorización para su paseo triunfal, pese a la situación marcada por la pandemia.
Hacía 53 años que Italia no ganaba una Eurocopa, desde 1968, por lo que los jugadores estaban eufóricos por celebrar el histórico logro. Por ello, desde que acabó la final del domingo, tras vencer por penales a Inglaterra, la fiesta ‘azzurra’ no ha parado. Los campeones de Europa llegaron por la mañana a Roma y, tras los actos institucionales en el Palacio del Quirinale y el de Chigi, la celebración pudo completarse con una ruta triunfal.
El paseo se ha dado en un autobús descubierto ante miles de aficionados por las calles del centro de la capital italiana, a pesar de la complicada situación sanitaria por el COVID-19. Tras ser recibidos por el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, y por el primer ministro, Mario Draghi, salieron en bus desde el Palazzo Chigi y recorrieron hasta el hotel Parco dei Principi, donde dormirán esta noche antes de dejar la concentración.
Los más activos en el grupo ‘azzurro’ fueron el capitán Giorgio Chiellini, quien enseñó la copa a sus aficionados y festejó con ellos. Asimismo, Federico Bernardeschi y Leonardo Bonucci, grandes protagonistas del triunfo ante los ingleses, fueron también de los más emocionados. De esta manera, se pudo vivir una fiesta por lo que significó su segunda Eurocopa en la historia.