La magia del Tour de Francia se trasladó a los puertos de la Sierra de Madrid y Ávila en la segunda edición de la marcha cicloturista que contó con el ganador del 2008.
Más de 700 ciclistas participaron en Villanueva del Pardillo en la segunda L’Étape Madrid by Tour de France presented by Lapierre el pasado domingo. Apenas tres días después de que el Tour de France presentara oficialmente su recorrido para 2023 con salida y tres etapas en el País Vasco, la localidad madrileña fue la sede de la marcha que echó el cierre este 2022 a los eventos de L’Étape Spain.
El espíritu de Le Grande Boucle revivió en las carreteras de la Sierra Oeste y Ávila. Más de 700 ciclistas tomaron la salida en la segunda edición de esta cicloturista, para experimentar en dos recorridos lo que es ser parte de un pelotón de la gran vuelta francesa, acompañados por el embajador de la prueba y leyenda local Carlos Sastre, ganador del Tour de Francia en 2008.
Sastre, que rodó como un participante más, formó parte de una jornada que se convirtió en un día muy especial para el ex ciclista profesional nacido en Madrid pero afincado en Ávila, que conoce bien la orografía de esa zona: “Hemos disfrutado de un recorrido maravilloso. Son carreteras tranquilas, pero con subidas y bajadas que se alternan de manera constante. Ha sido un orgullo ser el embajador de L’Étape Madrid by Tour de France presented by Lapierre muy cerca de casa, en una zona por la que siento un cariño muy especial”.
La fiesta del Tour en Villanueva del Pardillo contó con un recorrido largo de 162 km, cuatro puertos y 2.977 metros de desnivel positivo para que las y los más atrevidos sintieran en su propia piel la leyenda de la prueba por excelencia del ciclismo galo. Una salida cargada de ganas, energía y con un buen puñado de kilómetros por delante, al igual que sucedió en el arranque del recorrido ‘lite’ de 112 km, tres puertos y 1.939 m de desnivel positivo, que tuvo lugar a las 8:30h con cientos de protagonistas.
Los corredores se enfrentaron a varios puertos poco transitados, que pertenecen al relieve montañoso madrileño y abulense: Arrebatacapas, El Mediano, La Escondida, Santa María Alameda y La Paradilla. Un reto en el que las y los participantes sintieron el calor de las gentes de las localidades de paso y pudieron disfrutar de paisajes y carreteras, ideales para el ciclismo. De hecho, la presencia del público se notó especialmente en las zonas de avituallamiento de Robledo de Chavela, San Bartolomé de Pinares, Las Navas del Marqués y Zarzalejo. Unos espacios que contaban con todos los productos necesarios para asistir a los participantes para que pudieran finalizar el reto con todas las garantías.
El pelotón cruzó la meta en la misma ciudad de la que partió: Villanueva del Pardillo. Entre las y los participantes del circuito de 162 km destacó la presencia de los ex jugadores del Movistar Estudiantes, Pablo Llanes, Javier Blazquez e Iñaki de Miguel, que fueron en representación de la ONG Holystic Pro África. “El recorrido largo es un reto sacrificado pero muy apasionante. Ya lo hicimos el año pasado y en esta edición hemos repetido. L’Étape Madrid es una cita única, con el ambiente del Tour, toda una experiencia muy bonita para los amantes del ciclismo”, expresó Iñaki de Miguel.
Asimismo, las participantes femeninas pudieron sumar kilómetros para el Circuito Movistar de Mujeres Ciclistas. Una iniciativa que acumuló los kilómetros de las corredoras y los recogió en una clasificación femenina exclusiva. Las tres primeras clasificadas se llevaron los premios del equipo Movistar Team Femenino (una bicicleta del Team Movistar como primer premio, una inscripción para la Titan Desert Almería de segundo y la equipación completa del Team Movistar para la tercera clasificada).