La NBA avisa a los equipos, no van a permitir otro caso Damian Lillard

La liga ha enviado un comunicado a las 30 franquicias dejando claro que no se va a repetir una situación como la del base, pidiendo salir solo a Miami.

La NBA ha enviado un memorándum a las 30 franquicias en referencia a la situación de Damian Lillard y su petición de traspaso únicamente a Miami Heat. La liga ha decidido entrevistar a todos los implicados, Portland Trail Blazers, jugador y a su agente, Aaron Goodwin sobre el caso y ha querido dejar claro que no va a permitir que se repita la situación.

En el comunicado que han obtenido algunos medios de comunicación se pueden sacar varios puntos clave. El primero, que Goodwin ha negado los diferentes reportes en los que se le acusaba de llamar a varias franquicias para evitar que hicieran ofertas por el jugador, ya que Lillard no quería jugar en otro equipo que no fueran los Heat. La liga ha hablado con varias gerencias y “la descripción de las comunicaciones con Goodwin proporcionadas por los equipos pertinentes son en su mayoría, que no en su totalidad, coherentes con las declaraciones de Goodwin”. Fueron varios los periodistas que aseguraron que representantes de Lillard había contactado con equipos o bien respondido a preguntas de otros conjuntos con un mensaje claro: Dame solo quiere jugar en los Heat, aunque ahora lo haya desmentido el propio agente. 

El segundo punto, en línea con el nuevo convenio colectivo, que tanto jugador como agente han sido advertidos que cualquier comentario a futuro, en público o privado que sugiera algo parecido tendrá sanción. Si alguien del entorno de Lillard deja caer que el base solo jugará para Miami y que en caso de ser traspasado a otra franquicia, no rendirá al máximo nivel o incluso no irá al traning camp, recibirá una sanción. En el nuevo CBA, cualquier jugador o representante de este que exprese públicamente su deseo de ser traspasado estará sujeto a una multa máxima de $150.000 o una suspensión impuesta por la NBA. En el caso de Lillard, fue la franquicia quien anunció la intención de traspasarlo, tras una reunión, por lo que es un especie de área gris en la normativa.

El último mensaje clave es la frase que cierra el texto. “También hemos advertido a la NBPA que cualquier comentario similar por parte de los jugadores o sus agentes será objetivo de medidas disciplinarias en el futuro”. La liga quiere evitar a toda costa otro caso Lillard, donde una estrella no solo solicita, sino que exige el traspaso y el destino a su franquicia. Y hacen hincapié en la parte de “no cumplir plenamente con los servicios exigidos en el contrato en caso de intercambio”. Las estrellas pidiendo un traspaso es una de las nuevas pandemias de la NBA, un problema del que Lillard y James Harden son solo la punta del iceberg y que viene desde los años sesenta con Wilt Chamberlain. En este siglo se ha agravado mucho más en la era de empoderamiento del jugador.

Por ahora, han pasado 28 días desde que Lillard pidió el ser enviado a otra franquicia y el planeta entero sabe que el destino idea del siete veces All Star es Miami Heat, pero no ha habido avance alguno en las negociaciones. Queda mes y medio para el inicio del training camp y a día de hoy Lillard sigue siendo jugador de unos Blazers que ya han decidido apostar su futuro a Scoot Henderson. En la última aparición pública del general mánager de Portland, Joe Cronin dejó claro que el proceso puede durar meses hasta completar un posible traspaso. Es la gran historia del verano y nadie piensa ceder un centímetro a la hora de encontrar el mejor resultado para su franquicia, por lo que todavía no hemos oído el último capítulo del caso Lillard, aunque la NBA ya se ha asegurado de que no habrá segunda parte.

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