El fundador de Netflix, Reed Hastings, renunció este jueves a su cargo como CEO, pero seguirá ejerciendo como presidente ejecutivo. Hastings cederá el mando del servicio de streaming a su socio y codirector ejecutivo, Ted Sarandos, y al director de operaciones de la empresa, Greg Peters.
Las acciones de la empresa, que habían caído casi un 38% en el último año, subían un 7,9% a $340,66 en las operaciones posteriores al cierre. El cambio es efectivo de inmediato y representa la culminación de una década de planificación de la sucesión por parte del consejo. Tanto Peters como Sarandos fueron ascendidos en julio de 2020, en un momento difícil para la compañía.
“Ted y Greg son ahora codirectores ejecutivos (…) El doble de corazón y el doble de capacidad para complacer a los miembros y acelerar el crecimiento. Me siento orgulloso de poder ser presidente ejecutivo durante muchos años”, tuiteó Hastings. La salida se dio a conocer mientras Netflix informó que agregó 7,66 millones de suscriptores en el cuarto trimestre, superando las previsiones de Wall Street de 4,57 millones con la ayuda de Harry & Meghan y Merlina en la batalla para atraer espectadores.