El Ministerio de Agricultura de Túnez anunció restricciones en el uso del agua potable, así como una “racionalización” en el suministro para afrontar “la escasez de recursos hídricos” por más de tres años de sequía.
Desde hoy, queda prohibido “usar agua corriente para fines agrícolas, regar espacios verdes, lavar autos y limpiar lugares públicos” y la empresa distribuidora nacional Sonede determinará cortes en el suministro hasta finales de septiembre.
Túnez, con más de doce millones de habitantes, está sometido a un fuerte estrés hídrico debido a los contrastes climáticos entre las regiones y a los efectos del cambio climático, que se han acrecentado hasta alcanzar “niveles alarmantes” inferiores a 500 metros cúbicos por año y habitante, según datos oficiales de 2021.
La disminución de lluvias invernales, especialmente este año, y la prolongada sequía mantienen los embalses por debajo del 25% de su capacidad.