Uno de los drones norcoreanos que se infiltró en territorio surcoreano el pasado 26 de diciembre llegó a penetrar el perímetro de seguridad de 3,7 kilómetros en torno a la oficina presidencial en Seúl, según confirmó hoy un portavoz del Estado Mayor Conjunto (JCS).
La aeronave no tripulada penetró brevemente en el extremo norte de esta zona de exclusión aérea, conocida como P-73, “aunque no supuso ningún problema para la seguridad de la oficina presidencial en el distrito de Yongsan”, aseguró en rueda de prensa el portavoz Lee Sung-jun.
Estas declaraciones se producen después de que una fuente militar anónima adelantara a la agencia Yonhap la información, que contradice lo dicho inicialmente por el ejército surcoreano.
El JCS afirmó en su momento que uno de los cinco drones que entraron en Corea del Sur la semana pasada sobrevoló el norte de Seúl pero que no llegó a penetrar dicho perímetro.