El Departamento de Salud anunció la extensión de la emergencia de salud pública por COVID-19 hasta abril. De esta manera, millones de personas dentro del país podrán seguir sometiéndose a prueba, vacunas y tratamientos.
Esta medida fue declarada por primera vez en 2020, cuando la pandemia del COVID-19 llegó a Estados Unidos. Desde entonces ha sido renovada cada trimestre, la última de estas extensiones vencía esta semana. Si bien las cifras de fallecimientos se han reducido gracias a las vacunas y los medicamentos, cientos siguen falleciendo por día según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Una vez que expiré esta medida, los seguros privados y los planes de salud del gobierno asumirán los costos de atención médica por el COVID para la mayoría de los estadounidenses. La extensión de la emergencia coincide con la propagación de la subvariante XBB.1.5 de Ómicron, principalmente en el noreste del país.