La Iglesia católica venezolana manifestó este miércoles su consternación por la muerte de 39 migrantes en un incendio desatado en una estación migratoria de la fronteriza Ciudad Juárez, en México, y pidió “que se haga justicia” para estas víctimas.
“Son en su mayoría jóvenes a quienes hoy lloramos. Pedimos que se haga justicia por estas vidas inmoladas ante la indiferencia de quienes debían protegerlos”, expresó la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) en un comunicado.
El incendio ocurrió la noche del pasado lunes en una estación del Instituto Nacional de Migración (INM) cuando, según la versión del Gobierno, los migrantes prendieron fuego a los colchones en señal de protesta tras recibir la notificación de que serían deportados.
“Solo el desarrollo de políticas oportunas, que consideren integralmente la realidad migratoria y dignifiquen la vida en los países de expulsión, podrá dar respuestas estructurales para que estos dolorosos hechos no sigan repitiéndose”, apuntó la CEV.
Tras el incendio fatal en un centro migratorio que provocó el fallecimiento de 39 extranjeros en contexto de movilidad el pasado lunes por la noche, cientos de migrantes buscaron este miércoles entregarse a las autoridades de Estados Unidos en la frontera con México.