El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, resaltó la resolución de la inteligencia de EE.UU. sobre el “síndrome de La Habana“. El canciller aludió al informe del Consejo Nacional de Inteligencia de EE.UU. sobre los incidentes de salud que afectaron a diplomáticos estadounidenses en varias partes del mundo.
Rodríguez destacó el “daño” que ocasionaron las decisiones políticas de Washington a raíz de estos incidentes. Más de 200 diplomáticos estadounidenses y familiares destinados a diferentes países han padecido síntomas del llamado “síndrome de La Habana”.
El primer caso, del supuesto mal que conlleva mareos, náuseas, problemas auditivos o migrañas, se detectó en la capital cubana. El entonces presidente Donald Trump decidió, a raíz de estos incidentes de salud, suspender los servicios consulares en La Habana en 2017 y reducir al mínimo el personal diplomático en Cuba.
La Habana negó siempre cualquier responsabilidad y puso en marcha una comisión de expertos para investigar el hecho. El grupo de designado no encontró evidencias científicas o criminales que vincularan los síntomas con posibles ataques sónicos, microondas u otra acción deliberada.
Este miércoles, la inteligencia de EE.UU. ha descartado cualquier implicación de un “adversario extranjero” en el llamado “síndrome de La Habana”. El canciller cubano expresó que se trata de la misma conclusión a la que llegaron los expertos cubanos.