El actor y filántropo Enrique Piñeyro ha sobrevolado el mar argentino junto a periodistas y embajadores extranjeros sobre la frontera invisible entre la zona económica exclusiva de Argentina y las aguas internacionales para crear conciencia sobre el daño ecológico y la pérdida de empleos causados por barcos pesqueros de otros países, particularmente de Asia.
Piñeyro ha pasado más de cuatro décadas observando cómo estos barcos pescan calamares, merluza y langostinos, que luego venden en otros puertos sin rendir cuentas a las autoridades argentinas, cometiendo numerosas irregularidades en el camino.
El artista considera que el problema es la falta de una autoridad para aplicar tratados marítimos y la escasez de logística y voluntad política para combatir la depredación de las costas de Argentina. Además, Piñeyro advierte la existencia de trabajo infantil y esclavitud en estos barcos.
Entre 1986 y 2020, Argentina capturó 80 buques que operaban ilegalmente dentro de sus fronteras, procedentes principalmente de Corea del Sur, China y Taiwán, según datos de la Prefectura Naval.