En Turquía y Siria, bomberos y rescatistas trabajan incansablemente para hallar vida entre escombros. ONU ofrece primera ayuda por 25 millones de dólares. Ya son 8.300 fallecidos tras terremotos.
Los terremotos en Turquía y Siria están siendo catalogados por especialistas como uno de los 10 sismos más letales de toda la historia. Con la cifra de 8000 personas rescatadas bomberos y voluntarios trabajan contrarreloj para lograr sacar a la mahyor cantidad posible de personas que se encuentran bajo los escombros.
Mientras tanto, decenas de hombres y mujeres observan de pie, en silencio, cómo excavadoras arrancan placas de hormigón. Ese es el caso del bloque residencial de ocho pisos en Osmaniye, al sureste de Turquía.
“La mitad de quienes vivían dentro aún están debajo”, afirmó Ferhat, . Doce trabajadores ayudan con palas y hasta se agachan para escarbar con las manos en un bloque residencial de ocho pisos.
Otro de los casos son de los enviados por Grecia, quienes rescataron a una niña de 6 años y a su papá. Trataron de salvar a su hermana, Fatmé de 7 años, pero no lograron sacarla y murió poco después.
“El tiempo se está agotando, cientos de personas continúan atrapadas bajo los escombros. Cada segundo puede salvar una vida”, señalaron los Cascos Blancos. Ellos están liderando las operaciones en las provincias de Idlib y Alepo (noroeste).
Continúan esperando ayuda
“Nos falta de todo, nuestras clínicas y hospitales no están preparados para tal desastre. Necesitamos tener suministros para las unidades quirúrgicas y los hospitales de traumatología, necesitamos muchas cosas”, subrayó el ministro de Salud en el denominado Gobierno Interino de la oposición, Maram al Sheij.