NBA: Las estrellas quieren ir a los Juegos de París, primero paso vital por el Mundial

Zach LaVine, una de las estrellas de los Bulls, fue uno de los que más ilusionado se muestra con la cita universal.

En París no sólo se respiraba NBA pura y dura. En las cercanías del Accor Arena se empezaban a ver detalles con los aros olímpicos. La ciudad, siempre tan gigante y con tanto movimiento, dará la bienvenida a los Juegos y para ello se vuelcan. Infraestructuras, país… Y también las estrellas. Los NBA ya miran a los Juegos. Aunque no es un camino de rosas por muy superior que parezca sobre el papel el equipo de los Estados Unidos, u otras potencias como España o Francia.

Zach LaVine no lo escondió. Fue campeón en Tokio, pero le queda una espina de unos Juegos Olímpicos sin burbuja. “Fue increíble. Conseguimos traer el oro desde Tokio. Jamás olvidaré esa experiencia. Si vuelco a tener la oportunidad, sería increíble”, señaló.

No sólo es LaVine, mejor jugador del Partido en París. También otros como Luka Doncic, Nikola Jokic o Giannis Antetokounmpo. ¿Hay plazas para todos? Esa es la cuestión, y los Juegos tienen un acceso duro. Existen dos vías: el Mundial de Baloncesto 2023 o el complejísimo Pre-Olímpico.

12 naciones van a los Juegos. Francia, que será confirmada como anfitriona antes o después, por la board de la FIBA. Y siete que salen del Mundial. Las dos mejores de Europa, América y el mejor de Oceanía, Asia y África. En una Copa del Mundo FIBA espectacular. 32 equipos, Japón, Indonesia y Filipinas volcadas, y una final con 50.000 espectadores en sus gradas.

¿Y los demás? Al durísimo Pre-Olímpico. Son cuatro grupos de seis equipos, yendo el campeón a los Juegos. No hace falta recordar cómo se tragó a Italia o Grecia en tiempos recientes, y allí se pelearán. Para jugarlo existen diferentes formas. Con un torneo pre-clasificatorio, en el que van 40 equipos (28 que jugaron la segunda fase de eliminatorias para el Mundial y 12 con ranking más alto pero fuera de esa fase). 5 irán a esa guerra.

Sin un buen Mundial, por lo tanto, la complejidad es máxima. Y si quieren ir los mejores a los Juegos tendrán que afrontar un 2023 con garantías. París es el nuevo amanecer del deporte, y las estrellas quieren estar. Tokio tuvo unos Juegos extraños… En París cambiará. “Tendremos que ver cómo evoluciona mi cuerpo, pero tener una oportunidad así será divertido. En Tokio fuimos y ganamos e hicimos nuestro trabajo, pero no fue toda la experiencia. Ir a la inauguración con todos los atletas diferentes lugares, conocernos y vivir esa experiencia juntos”, sentenció.