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El alero de los Lakers anota 46 a los Clippers la única víctima que le quedaba, pero su equipo lleva 10 derrotas seguidas ante los vecinos.
Parece que LeBron James tiene prisa por batir el récord de Kareem Abdul-Jabbar y convertirse en el máximo anotador de todos los tiempos en la NBA. Está sólo a 178 puntos. Pero mientras llega ese día, cercano al ritmo que va el alero de los Lakers, va superando otras marcas. “A medida que el récord se acerque creo que comenzaré a sentirlo cada vez más. Realmente no he tratado de ponerme en ese momento. Llegué a este lugar sin pensar en ello”, dijo tras caer ante los Clippers.
Su equipo perdió por 115-133 y ya es la décima derrota seguida frente a los vecinos. Y no fue porque el mito no se vaciara, que hasta voló sobre la primera fila de asientos tratando de recuperar un balón. Hizo 46 puntos, ocho rebotes, siete asistencias y anotó nueve triples (de 14 intentos), el mejor registro de su carrera en la NBA, en la que disputa su vigésima temporada. Es el único jugador que ha metido tantos triples cumplidos los 35 años.
Además, con esa anotación se convirtió en el primer jugador en la historia que ha hecho partidos con 40 puntos o más ante las 30 franquicias de la NBA. Hasta esta noche sólo le faltaban los Clippers y ya los tiene. No le quedan más víctimas. Kobe Bryant y Bob Pettit también lo consiguieron ante todos sus rivales, pero el primero, al jugar sólo en los Lakers, se lo hizo a 29 equipos y el segundo, a ocho, pues la Liga estaba muy lejos de ser lo que es hoy en día.
Nadie jugó así a su edad
Es otra muestra más de la extrema competitividad de LeBron que, a los 38 años cumplidos el 30 de diciembre, siga consiguiendo nuevos registros. Desde el día de su cumpleaños ha promediado 36,1 puntos en los 11 encuentros que ha disputado. Una bestialidad. Nadie en la historia de la NBA jugó a semejante nivel a su edad y muy pocos independientemente de los años que tuvieran.
Los Lakers no tuvieron opciones de triunfo pese a sus esfuerzos. Su primera mitad fue muy gris y al descanso ya perdían por 23 puntos (54-77) después de encajar un parcial de 24-40 en el segundo periodo. LeBron, a la espera del inminente regreso de Anthony Davis, estuvo muy solo. Thomas Bryant hizo 15 puntos y Russell Westbrook sumó 17. Los intentos de remontada liderados por James pusieron a su equipo a 10, pero no pasaron de ahí.
A falta de cinco minutos, con 103-121 en el marcador, fue sustituido para no volver a salir. Se sentó en el banquillo con un gesto entre la frustración y el hastío. Cuando restaban seis segundos para el final se levantó y enfiló el túnel de vestuarios sin esperar al final del encuentro. Había hecho otra gesta estéril.
En los Clippers, con muchos más argumentos, destacaron Paul George y Kawhi Leonard. El primero hizo 27 puntos y el segundo, 25. Ambos atraparon nueve rebotes. Norman Powell metió 20 y Reggie Jackson, otros 19. Pese a la rivalidad, no les quedó más remedio que rendirse a LeBron. “La Liga es suya. Ha sido un mentor para todos”, resumió George.
