Twitter decidió disolver a su grupo asesor formado en 2016 para luchar contra los discursos de odio en la plataforma. El consejo estaba compuesto por cerca de 100 organizaciones civiles, de derechos humanos y otras organizaciones independientes. También abordaban temas como la explotación infantil, el suicidio, las autolesiones y otros temas delicados dentro de la red social.
El grupo habría sido disuelto antes de presentarse en una reunión que estaba programada para el lunes por la noche. Algunos miembros del consejo compartieron los correos enviados por Twitter, en este se leía que la red social estaba “reevaluando la mejor manera de traer información externa”. En ese sentido, las cabezas de la plataforma indican que este consejo “no es la mejor estructura para hacer esto”.
Este consejo era formado por voluntarios que brindaban experiencia y orientación sin tener alguna autoridad para tomar decisiones. Asimismo, el grupo no revisaba disputas de contenido especificas en Twitter. Luego de adquirir la red social, Elon Musk ya había mencionado su intención de formar un “consejo de moderación de contenido”, pero luego cambió de opinión.