Un padre y su hijo encontraron al crustáceo en las costas de Maine, se trata de una de las variedades de langosta más raras.
Se calcula que las posibilidades de encontrar un espécimen de este color son de una en dos millones. El animal fue llevado a un restaurante en donde se encuentra en exhibición.
Según han reportado los encargados del restaurante, los visitantes pueden tomarle fotos a la langosta, pero nadie va comerla.