La decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, de mayoría conservadora, de revocar el caso Roe contra Wade (1973), deja el país geográficamente partido en dos, en lo tocante a la posibilidad de acceder a un aborto legal: 33,6 millones de mujeres que pierden su derecho al aborto, frente a 30,7 millones en Estados donde ese peligro no existe, por ahora, conforme a información de ONG s defensoras de Derechos Humanos.
Es importante aclarar que en Estados Unidos no hubo una ley federal sobre el aborto ya que estuvo legalizado de facto por una decisión precedente de la Corte, conocida como el caso Roe vs. Wade (1973), basado en el argumento de la privacidad y la libertad personal de la mujer. Este fallo, convertido en doctrina, protegía la práctica del aborto hasta las 23 semanas, pero siempre fue vista como una defensa muy frágil de un derecho que es capital para garantizar la igualdad de las mujeres.
Una de las cosas de mayor preocupación, es que la reversión de la doctrina Roe pudiera abrir la puerta a otras decisiones que pongan límites al goce de otros derechos adquiridos por la sociedad. Creo que es importante indicar que este fallo es el final de una campaña de más de cuatro décadas, desarrolladas por las minorías ultrarreligiosas norteamericanas, que en ese tiempo lograron, por medio del Partido Republicano, alcanzar el objetivo, cuya primera etapa fue la renovación, durante el mandato del expresidente Donald Trump, de la Corte, convirtiéndola en mayoría conservadora.
Esta decisión elimina un derecho de casi 50 años de antigüedad y deja el tema de la legalidad del aborto en manos de los estados. Pero además, conforme a lo expresado por los magistrados disidentes “el fallo viola un principio básico del estado de derecho, diseñado para promover la constancia en la ley y, pone en peligro otros derechos, desde la anticoncepción hasta la intimidad entre personas del mismo sexo y el matrimonio. Así mismo socava la legitimidad de la Corte”.
Entre las principales razones esgrimidas por los magistrados que aprobaron el fallo se encuentran:
1.-Que la Constitución no tiene ninguna referencia al aborto, y que el derecho a la privacidad no protege implícitamente un derecho al aborto.
2.-Que la justificación legal de la sentencia, caso Roe vs. Wade, fue muy débil desde el comienzo, y ha tenido consecuencias dañinas.
Lo anterior permitirá que los Estados gobernados por republicanos radicalicen la prohibición de interrupción del embarazo, e incluso perseguir penalmente a las mujeres, mientras que los territorios gobernados por los demócratas podrían reforzar su legislación para ofrecerse como refugio a aquellas que no puedan hacerlo en sus lugares de origen.
En lo que va del corriente año 2022, de acuerdo con el Instituto Guttmacher, quince Estados han presentado proyectos de ley prohibiendo o restringiendo el aborto. En seis de estos estados el proyecto fue aprobado como ley: Florida, Oklahoma, Kentucky, Arizona, Idaho y Wyoming, por su lado el Partido Demócrata en los estados donde son predominantes, de acuerdo con ese mismo instituto, dieciséis Estados y el Distrito de Columbia cuentan con medidas que protegen el derecho al aborto. Incluso, algunos consideran expandir la protección.
Por ejemplo, Vermont, modificó la Constitución del Estado en febrero de este año para darle rango constitucional al derecho al aborto. En Connecticut se aprobó una ley que permite a los paramédicos realizar ciertos tipos de abortos. La ley también protege a los proveedores de servicios, y a los pacientes que sufren persecución porque provienen de estados donde es prohibido el aborto, o se planea prohibirlo y en California están preparando un paquete de leyes que pretenden convertir el Estado en un “refugio” para las mujeres que decidan abortar.
Toda esa información técnico-jurídica que les he ofrecido debe servir para darnos cuenta de varias cosas entre otras que el país se encuentra en un alto nivel de polarización, vale la pena indicar que en la actualidad, mientras los movimientos pro-vida se alinean en las toldas republicanas, los movimientos pro-elección lo hacen en las demócratas. Es decir, desde acá a noviembre de 2022 tendremos muchas más sorpresas como esta.
Más allá de prohibir o no el aborto la lucha por el poder entre republicanos y demócratas seguirá y como señale anteriormente más sorpresas nos esperan. No seria de extrañar que se intente revertir otras leyes como el matrimonio igualitario, el matrimonio interracial etc.
En ese sentido, más de un experto analista en temas políticos estadounidense ha venido alertando al país sobre la paulatina perdida de la gobernabilidad en Estados Unidos y esta decisión no hace más que debilitarla. En política no hay verdades dichas y un presidente paga todas las facturas incluidas aquellas sobre las que no tiene control. La única posibilidad de revertir este tipo de decisión es que los demócratas mantengan su mayoría en la cámara de representantes y amplíen su participación en el senado, ya que una ley federal puede neutralizar el fallo de la corte. No obstante en este tema, en particular, el país está dividido en dos partes.