El vĆdeo de una paliza propinada en una ciudad china por un grupo de hombres a unas jóvenes que rechazaron sus “atenciones” y que horrorizó a la población ha puesto en pie de guerra a las mujeres del paĆs, sobre todo en las grandes ciudades, donde se ha disparado la demanda de clases de defensa personal.
Yang, Xu y Charlotte son tres jóvenes de 15 aƱos que desde la semana pasada acuden a un gimnasio de PekĆn para aprender a repeler una agresión. Todas tienen grabadas en la mente las brutales imĆ”genes del “vĆdeo de Tangshan”, la ciudad norteƱa donde se produjeron los hechos que han indignado a la sociedad china.
“Estamos conmocionadas. Por primera vez, nos dimos cuenta de que este tipo de cosas suceden en nuestra sociedad”, afirma a Efe Charlotte tras la clase, mientras sus dos amigas asienten cuando aƱade que “aunque este incidente no es un fenómeno comĆŗn, es una llamada de atención para nosotras”.
Los telĆ©fonos no han dejado de sonar en el centro de boxeo Jiu Fu desde que se difundió el vĆdeo del ataque, por el que ya hay casi una decena de detenidos y al menos un mando policial expulsado.
Liu Hongdou, instructora, indica que dos o tres dĆas despuĆ©s de que el vĆdeo se hiciera viral tuvo que colgar el cartel de “completo”. Las redes han hecho que las jóvenes tomen conciencia de algo que “no es nuevo, siempre ha estado ahĆ”, matiza.
Sobre el tatami muestra a sus siete alumnas cómo zafarse del peligro en distintos escenarios, como en un taxi, si el atacante las arrastra por el suelo, cómo correr para escapar de un agresor, cómo golpear en gancho desde una posición inferior “porque les gusta mucho agarrar del cuello a la vĆctima” e incluso quĆ© hacer en caso de incendio en un local abarrotado.
Las chicas aprenden a golpear sin guantes porque “en las situaciones de la vida real no van a llevarlos puestos”, comenta.