Según un nuevo balance del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, 154 personas murieron en cinco días de combates entre fuerzas kurdas y yihadistas -102 yihadistas, 45 combatientes kurdos y siete civiles-.
Combatientes kurdos fueron desplegados para llevar a cabo un asalto contra una cárcel en Hassake, Siria, atacada por los yihadistas, una operación que suscita mucha preocupación por los cientos de menores que siguen detenidos en el centro.
El 20 de enero, más de un centenar de yihadistas del grupo Estado Islámico atacaron la cárcel de Ghwayran con camiones bomba y armas pesadas. Durante varios días de produjeron violentos enfrentamientos alrededor y en el interior de esta prisión en el nordeste de Siria.
Estos combates han obligado a huir a casi 45.000 personas que vivían en Hassake, según informó la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.