El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, justificó la controvertida decisión de entregar las turbinas del gasoducto ruso Nord Stream y dijo que fue una medida “difícil” pero “necesaria” para ayudar a Alemania.
Durante una rueda de prensa, Trudeau intentó apaciguar a Ucrania cuyo presidente, Volodímir Zelenski, ha criticado con dureza la decisión del Gobierno canadiense y la ha calificado de inaceptable.
Además, el Gobierno ucraniano convocó al encargado de negocios de Canadá en Ucrania y le solicitó que Ottawa se replantee el permiso de retorno de las turbinas del gasoducto Nord Stream, que suministra gas natural ruso a Alemania, y que están siendo reparadas en Montreal.
Trudeau afirmó que Canadá ha sido uno de los principales aliados de Kiev contra Rusia y que Ottawa seguirá liderando al mundo en la imposición de sanciones contra el presidente ruso Vladímir Putin y sus colaboradores.
El primer ministro canadiense añadió que la entrega de las turbinas se decidió para ayudar a Alemania y otros países europeos y que Moscú está intentando utilizar la energía como un arma con la que crear divisiones entre los aliados occidentales.
La decisión de entregar las turbinas para garantizar el funcionamiento de Nord Stream ha sido aplaudida por Bruselas y Washington.
Pero tanto el principal partido de la oposición en Canadá, el Partido Conservador, como la comunidad ucraniana en el país norteamericano, han acusado a Trudeau de claudicar a las presiones de Putin.