Trece miembros de una misma familia se encuentran entre los más de 1.000 muertos del terremoto de magnitud 5,9 que sacudió el este de Afganistán, entre ellos la madre, hermanas, y cuatro hijos de Sawar Khan, uno de los sobrevivientes de la peor catástrofe de este país en décadas.
“Perdí a trece miembros de mi familia, incluyendo a mi madre, mis hermanas, y cuatro de mis hijos. Mi esposa y mi hija están hospitalizadas en otra sala”, dijo a Efe Sawar Khan, junto a su hijo Dadullah, mientras recibe atención en una sala de un hospital en el distrito de Urgon, en la provincia afgana de Paktika.
Paktika y Khost, en el este de Afganistán y limítrofes con el vecino Pakistán, son las dos provincias más afectadas por el terremoto de magnitud 5,9 con epicentro en Khost que causó la muerte de al menos 1.030 personas y dejó más de 1.500 heridos.
El sismo sorprendió a la gente mientras dormía, con escaso tiempo para huir al exterior de sus endebles viviendas de adobe en estas remotas provincias montañosas.
“Solo pude rescatar a dos de mis hijos y a mi esposa, porque había demasiado polvo y escombros en el suelo”, contó Khan tendido en una cama, con lesiones en su pierna derecha y en la cabeza, un golpe que le impedía “hablar bien”.
Tras más de 24 horas de la catástrofe, Afganistán continúa con las labores de búsqueda, con la esperanza de encontrar supervivientes y recuperar los cuerpos de las víctimas.