Más de 1.000 de personas murieron y alrededor de 1.500 resultaron heridas en un potente terremoto que golpeó el este de Afganistán el miércoles, según las autoridades, que temen un balance más elevado.
“La gente excava y excava tumbas”, dijo el responsable de Información y Cultura de la provincia de Paktika, Mohammad Amin Huzaifa, en un mensaje a la prensa.
En su provincia, la más afectada junto a la de Khost, el balance “llegó a 1.000 muertos y las cifras aumentan”, dijo. A los fallecidos se suman al menos 1.500 heridos.
“Está lloviendo y las casas están destruidas. No hay lugar donde refugiarse ni comida. Hay gente aún atrapada entre los escombros (…) Necesitamos ayuda de inmediato”, dijo.
El sismo de magnitud 6,1 se produjo en una zona remota del este del país, cerca de la frontera con Pakistán, donde la población ya vive en condiciones muy precarias.
El balance de la tragedia fue aumentando rápidamente y el líder supremo del país, Hibatullah Akhundzada, advirtió que las cifras podrían ser todavía más elevadas.
El terremoto se produjo a 10 km de profundidad, hacia las 01H30 del miércoles, en una zona de difícil acceso del este del país, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que agregó que un segundo temblor de magnitud 4,5 sacudió casi el mismo lugar a la misma hora.
El desastre es una prueba importante para el gobierno liderado por los talibanes, que llegó al poder el año pasado en medio de la caótica retirada de Estados Unidos de la guerra más larga de su historia, dos décadas después de derrocar a la milicia tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.