El descenso de los caudales de los ríos Tigris y Éufrates ha permitido descubrir restos arqueológicos de la antigüedad. El aumentó del calor no solo esta produciendo una sequía en Irak y Siria, también ha significado la reducción de los ríos que en su momento albergaron las primeras civilizaciones del mundo.
Al Norte de Siria, se han hallado sitios arqueológicos que se remontan hasta 11 milenios en el pasado. Los restos estaban sumergidos bajo las aguas del embalse de Al Asad, el cual fue construido en la década de 1970. Previa a esto, ya se había hecho un estudio en caso se afecte patrimonio de la humanidad.
El retroceso de las áreas fluviales ha permitido que surja el sitio de Tel Meribet. En este se encuentran restos del noveno milenio antes de Cristo, donde se construyó la que se considera la primera muralla siria en la zona hace unos 11,000 años.
Asimismo, se ha podido encontrar restos de la ciudad de Zajiko, un importante centro cultural del antiguo reino de Mitani. Este se desarrolló entre los años 1550 y 1350 antes de Cristo. El hallazgo fue hecho en el Kurdistán iraquí, zona que lleva casi tres años sufriendo de sequías producto del cambio climático.
Este fenómeno se ha repetido en otras partes del mundo en donde la reducción de caudales importantes han dado pie a descubrimiento interesante. En España se han encontrado pueblos íberos, en China, estatuas budista y en Estrados Unidos, huellas de dinosaurios.