El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó que el bombardeo del lunes contra infraestructuras civiles en Járkov “viola las leyes de la guerra”.
Rusia continúa esgrimiendo sus argumentos para justificar la invasión de Ucrania y, a pesar de las peticiones de la comunidad internacional y de las fuertes sanciones económicas que la hieren de gravedad, sigue con su guerra sobre el país vecino, mientras el número de refugiados llega ahora a los 677.000.
Su postura la defendió en Ginebra el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que acusó al Gobierno de Kiev de ser “neonazi” y de maltratar y violar los derechos de la población rusohablante en Ucrania desde 2014, cuando un movimiento ciudadano logró la caída del entonces presidente, Viktor Yanukovich, aliado cercano de Moscú.
Desde la Unión Europea (UE) se considera que el bombardeo por parte de Rusia contra infraestructuras civiles en la ciudad ucraniana de Járkov viola las leyes de la guerra, pero las bombas sobre este municipio continuaron y, de hecho, un nuevo bombardeo sobre esta urbe situada a escasos kilómetros de Rusia ha dejado al menos 10 muertos y 35 heridos.
Además, una columna de más de 60 kilómetros formada de tanques rusos permanece en las inmediaciones de Kiev con el aparente objetivo de rodear la capital e intensificar los ataques.