La bajada de las temperaturas en Ucrania durante el invierno que ahora comienza podría provocar un aumento de las enfermedades respiratorias, infecciosas y cardiovasculares, advirtió hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El representante de la organización en Ucrania, Jarno Habicht, alertó de que los continuos ataques a las instalaciones sanitarias y a las infraestructuras energéticas reducirán la disponibilidad de los servicios sanitarios en el país y supondrán previsiblemente un “desafío” para la logística y el transporte de materiales médicos.
Además, la falta de alternativas para calentarse ha obligado a la población ucraniana a utilizar combustibles como el carbón, la madera, el diésel y los calentadores eléctricos en sus hogares, por lo que la OMS recordó que el riesgo de intoxicaciones por monóxido de carbono se incrementa con su uso.
Finalmente, el representante destacó el impacto que la guerra está teniendo en la salud mental de los ucranianos, con más de 10 millones de personas en riesgo de sufrir algún tipo de trastornos.