La información sobre esta misión llegó hasta el Gobierno ucraniano el sábado y, horas más tarde, Kiev declaró un duro toque de queda de 36 horas para “barrer” la ciudad en busca de saboteadores rusos, añade la información.
Más de 400 mercenarios rusos operan en Kiev bajo las órdenes del Kremlin de asesinar al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y su Gobierno a fin de preparar el terreno para que Rusia tome el control, revela este lunes “The Times”.
El Grupo Wagner, una milicia privada dirigida por un aliado del presidente ruso, Vladimir Putin, y que opera como una rama independiente del Estado, llevó mercenarios desde África hace cinco semanas en una misión para decapitar al Gobierno de Zelenski a cambio de una cuantiosa bonificación financiera.
Las autoridades ucranianas advirtieron a los civiles, al declarar el toque de queda, de que serían vistos como agentes del Kremlin y corrían el riesgo de ser “liquidados” si salían de sus refugios.