El ex primer ministro lograría una mayoría de 65 asientos junto a sus aliados, entre los 120 escaños del parlamento.
El ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu parecía encaminarse a la victoria electoral este miércoles. Con el 86% de las boletas de las elecciones generales contadas, él y sus aliados de ultraderecha lograrían una mayoría estable en el parlamento. Según los datos del Comité Electoral Central, que ha contado unos 3,8 millones de sufragios de los comicios del martes, el partido derechista Likud de Netanyahu sería primera fuerza con unos 31 asientos, y tendría una amplia mayoría de 65 escaños para volver al poder con el apoyo de sus aliados.
El conteo sigue en curso y los resultados no son definitivos. Pero si los primeros indicios son correctos, es probable que Israel tenga uno de sus gobiernos más derechistas, reforzado por el firme desempeño del ultranacionalista Partido Sionista Religioso, cuyos miembros emplean una retórica incendiaria contra los árabes y el colectivo LGBTQ.
Los primeros resultados apuntaban a la continuidad del giro a la derecha en el electorado israelí, lo que reduce aún más las esperanzas de una paz con los palestinos y prepara el terreno para un posible conflicto con el gobierno de Estados Unidos y con sus partidarios allí. El partido centrista de Lapid, Yesh Atid, seguiría como segunda fuerza con unos 24 escaños, pero la formación aliada izquierdista Meretz no supera por ahora el umbral del 3,25 % de votos para obtener representación. Esto restaría al bloque anti-Netayahu 4 escaños.
El recuento mostró también que Netanyahu habría superado a sus detractores, que afirmaban que no era apto para gobernar mientras estaba siendo juzgado por corrupción y se negaron a formar gobierno con él. Sus socios han prometido ayudarle a eludir una posible condena. “Estamos al borde de una victoria muy grande”, dijo Netanyahu, de 73 años, a sus partidarios en un acto en Jerusalén a primera hora del miércoles. “Estableceré un gobierno nacionalista que velará por todos los ciudadanos israelíes sin excepción”, apuntó.
Las autoridades electorales trabajaron durante toda la noche y, a primera hora de la mañana del miércoles, se habían contabilizado casi el 80% de las boletas. La votación, como las anteriores, fue muy ajustada, pero los indicadores mostraban que Netanyahu volvería a ser primer ministro con una firme mayoría entre los 120 escaños del parlamento israelí.
Ante la previsión de que Netanyahu y sus aliados obtengan más de los 61 diputados necesarios para formar gobierno, la prolongada crisis política podría terminar aunque la nación está tan dividida como siempre. Si los aliados de Netanyahu salen victoriosos, las negociaciones para armar una coalición de gobierno estable podrían durar semanas.