Una nueva tormenta de arena que azota Irak llevó este lunes a más de 4.000 personas a los hospitales por problemas respiratorios y obligó a cerrar aeropuertos, administraciones públicas, escuelas y universidades.
A primera hora del lunes, los techos de Bagdad, los autos aparcados en las calles e incluso los muebles de las casas estaban cubiertos por una capa de fina arena color ocre.
La espesa nube de polvo impedía a los residentes ver a pocos metros y en los hospitales se registraron al menos “4.000 casos de asfixia”, indicó en un comunicado el portavoz del ministerio de Salud, Seif al Badr.
Debido a una “visibilidad de 300 metros”, la autoridad aeroportuaria de Bagdad anunció “el cierre del espacio aéreo y la interrupción del tráfico en el aeropuerto” durante todo el día, según la agencia oficial de noticias INA.
El aeropuerto de Nayaf (sur), y el de Suleimaniya (norte) también fueron cerrados durante el día, dijo la misma fuente.
Al menos siete de las 18 provincias del país anunciaron el cierre de las administraciones públicas, a excepción de las de salud.