El país galo reabre este miércoles las discotecas y vuelve a autorizar la consumición en estadios, cines o trenes, al tiempo que estudia el fin progresivo de las mascarillas en interiores a partir de mediados de marzo, probablemente de forma progresiva.
El ministro de Sanidad, Olivier Véran, dijo que “a mediados de marzo” se podría prescindir de la mascarilla en todos o en una parte de los espacios cerrados “si el virus circula mucho menos y los hospitales están en condiciones de funcionamiento normal”.
En una entrevista a la emisora France Info, Véran señaló que prevé un levantamiento progresivo de las restricciones que siguen en vigor por fases con una separación de una quincena de días entre cada una para comprobar los resultados y que no hay repuntes epidémicos, como los que se ven en algún país europeo como Dinamarca.
En la práctica, una vez que el 2 de febrero terminó la obligación de llevar la mascarilla en el exterior y se puso fin a la limitación de aforos en los estadios o en los centros culturales y de espectáculos, hoy pueden reabrir las discotecas (llevaban cerradas desde comienzos de diciembre) y se autorizan los conciertos con el público de pie.