Varios miles de personas despidieron hoy en Jerusalén a la periodista Shireen Abu Akleh, muerta el miércoles mientras cubría una redada del Ejército israelí en Cisjordania y cuyo funeral estuvo marcado por una mezcla de desazón y enfado, además de por enfrentamientos entre algunos asistentes y la Policía.
Imágenes transmitidas por Palestine TV muestran que el ataúd de la periodista de Al Jazeera, quien murió el miércoles de un disparo durante una incursión israelí en Cisjordania, casi cae al suelo mientras los policías dispersan a la gente que ondeaba banderas palestinas.
Las fuerzas israelíes irrumpieron en el recinto del hospital San José en Jerusalén Este, sector palestino de la ciudad ocupado y anexionado por Israel.
“Si no paran esos cantos nacionalistas, deberemos dispersarlos usando la fuerza e impediremos que se celebre el funeral”, declaró a través de un megáfono un policía israelí, dirigiéndose a la muchedumbre, según un video divulgado por la policía.
El ejército de Israel indicó el viernes que –tras una investigación preliminar– que no ha logrado determinar quién disparó contra Shireen Abu Akleh.
“La conclusión del informe preliminar es que no es posible determinar el origen del disparo que alcanzó y mató a la periodista”, dijo el ejército en un comunicado, en el que contempla la posibilidad de que el disparo pudiera venir de combatientes palestinos o de un soldado israelí.