Después de haber sido golpeados por los efectos económicos de la pandemia de coronavirus, numerosos países de África ahora también están haciendo frente a conflictos, sequías y un aumento del precio de los alimentos básicos y los combustibles.
Unos 346 millones de personas en África -más de una cuarta parte de los habitantes del continente- están afrontando “una crisis de seguridad alimentaria”, una situación “alarmante” que puede empeorar durante los próximos meses, alertó este martes el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
“Es un desastre que está pasando casi desapercibido. Millones de familias pasan hambre y los niños mueren debido a la desnutrición”, indicó el jefe de operaciones globales del CICR, Dominik Stillhart.
Además, las respuestas humanitarias a estos escenarios están siendo ralentizadas en muchos lugares por la inseguridad, así como por la inflación del precio de los alimentos y combustibles que ha generado la guerra en Ucrania, señaló el CICR.
“Estamos ampliando nuestras operaciones en Somalia, Kenia, Nigeria y Burkina Faso y muchos otros (países), pero la cantidad de personas que se quedan sin alimentos ni agua es abrumante”, añadió Stillhart.