La fábrica taiwanesa Foxconn en la ciudad china de Zhengzhou acabó con casi dos meses de confinamiento a sus trabajadores. La mayor productora de los teléfonos iPhone de Apple había impuesto un confinamiento a sus miles de trabajadores para continuar con la producción en medio de un rebrote de COVID.
La compañía realizó el anuncio por medio de su cuenta oficial en el servicio de mensajería WeChat. Por 56 días, los miles de trabajadores de la fábrica vivieron en el complejo para que evitar que se contagien de COVID y así se pueda continuar con la producción.
Este sistema es catalogado como “circuito cerrado” y es usado por grandes fábricas en China desde 2020. En el caso de Foxconn, la medida fue implementada luego de la huida de numeroso trabajadores a finales de octubre ante el aumento de casos en Zhengzhou, capital de la provincia central de Henan.
La empresa cuenta con una plantilla habitual de hasta 200,000 empleados. Ante la huida de sus trabajadores comenzaron a ofrecer grandes bonos para atraer a nuevos empleados, los cuales acabaron enfrentándose ante la policía por los impagos de lo prometido. Todos estos incidentes provocaron una caída de sus ingresos del 29% en noviembre.